¡Memorable!

Santiago, 10 de abril de 2017.- Desde su estreno en el año 2013 la categoría R3 se ha convertido indudablemente en la “reina” del Campeonato RallyMobil, un sitial de honor que quedó evidenciado con más fuerza que nunca durante el último weekend con la apertura de una nueva temporada de competencias en Pichilemu, donde fuimos testigos de uno de los mejores “mano a mano” que se recuerde en los 18 años de vida del torneo organizado por Horta Producciones.

Los protagonistas de esta gran batalla fueron Benjamín Israel y Cristóbal Vidaurre, quienes a lo largo de las 14 especiales recorridas se intercambiaron el liderazgo en cuatro ocasiones mostrando un nivel de igualdad llamativa que los llevó a estar separados nunca más allá de los 5 segundos de diferencia, una situación remarcable considerando que habitualmente en una fecha inaugural se suelen dar distancias mayores entre los primeros clasificados.

Las características de las rutas de Pichilemu, muy veloces y con abruptos cambios de ritmo, favorecen duelos competitivos, como los que ya habíamos apreciado el año pasado en la R2 con Alberto Heller, Francisco López y Samuel Israel como actores, pero en este caso los máximos astros de la R3 fueron un paso más allá en lo referente al espectáculo, puesto que lograron sostenidamente marcar tiempos similares sin darse un respiro ni siquiera por un solo minuto.

Con su triunfo final Benjamín dejó en claro que es el “rey de Pichilemu”, pero a diferencia de su triunfo de 2016 (el primero de su trayectoria en R3), en esta ocasión debió afirmarse los pantalones hasta el final, ya que Vidaurre con su clase característica aceleró con todo en el decisivo prime 15, aunque solo reduciendo 7 décimas la diferencia sobre el “Benja”, quien en definitiva celebró la victoria con apenas 2,2 segundos de ventaja tras 1 hora y 35 minutos cronometrados de tremenda intensidad.

DUELO ISRAEL-VIDAURRE PRIME POR PRIME

Martínez nunca se da por vencido

El demoledor andar de los Citroen DS3 en la ciudad del surf fue completado por el campeonísimo Jorge Martínez. El penquista ganó más especiales que nadie (6) y tuvo el ritmo para luchar de tú a tú contra Israel y Vidaurre, pero una pinchadura en el segundo prime, unido a un problema técnico en su auto y una leve salida de ruta lo condenaron a remar desde atrás, labor que cumplió con creces al avanzar desde la décima a la tercera posición, consiguiendo como plus el segundo puesto de la etapa dominical tras superar a Vidaurre por increíbles 4 décimas.

Jorge Martínez – Alberto Álvarez.

Otro piloto que dio gran show en su Citroen fue Vicente Israel, quien hasta el inicio del sexto prime (último del día sábado) rodó a una velocidad superlativa llegando a estar por algunos pasajes como líder de la R3. Lamentablemente para el mellizo una dura caída de un salto en la especial El Cardonal – Las Garzas provocó daños en su auto que terminaron por elevar la temperatura del modelo francés a niveles alarmantes, por lo que el “Peta” junto a su navegante José Luis Díaz tomaron la decisión de abandonar. Si bien la desazón de retirarse a tan poco del final es siempre fuerte, el binomio del team ProCircuit reenganchó el domingo logrando un óptimo cuarto puesto en la etapa que le dará el impulso anímico para mantener la senda ascendente en las próximas fechas.

Sin el ritmo para atacar a los poderosos Citroen, Cristóbal Ibarra, ahora en compañía del experimentado Seba Vera, apeló a toda su experiencia para maximizar el potencial del Renault Clio aspirado, convirtiéndose en el referente de la marca del rombo durante ambas etapas. Cristóbal remató cuarto por delante de su hermano Ramón, quien en su regreso al modelo aspirado, tras dos frustrantes campañas en el Clio turbo, se ubicó quinto a 26 segundos de su “brother”.

Sexto con altos y bajos, pero con buenos cronos en los primes finales, emergió el argentino Alejandro Cancio, ganador del Motorshow 2010, él que en su debut como coequipo de Cristóbal Vidaurre mostró algunas de las cualidades que lo han llevado a ser destacado astro en el rally argentino. El neuquenino salió airoso de un largo duelo con Emilio Rosselot, quien en su última carrera con Renault sumó puntos que le pueden ser muy útiles, dado que a partir de Concepción podrá medirse en igualdad de condiciones ante los pilotos de punta al contar con el auto campeón de la temporada pasada: el Citroen DS3.

Entre los valores jóvenes cabe destacar el andar de menos a más que exhibió Samuel Israel, octavo en su debut como piloto de la R3, y los buenos tiempos parciales que cronometró Alberto Heller, quien pese a su abandono dominical se llevó un promisorio sexto lugar sabatino mostrando estar en condiciones de colocarse en un segundo grupo tras los “pesos pesados” Martínez, Vidaurre y Benja Israel.

En la lista de protagonistas también surgieron José Miguel Hernández y Diego Aguilar. El piloto del auto del rock sufrió lo indecible en Pichilemu a raíz de desperfectos técnicos con el turbo de su auto, pero aun así se las ingenió para terminar noveno y sumar experiencia en su Citroen compartiendo tripulación con Juan Cruz Varela, mientras que el magallánico, pese a abandonar prematuramente en ambas jornadas, ratificó su veloz adaptación a los desafiantes autos de la R3 marcando de inmediato tiempos competitivos, tendencia que espera seguir ratificando en las próximas fechas.

Tras esta auspiciosa fecha en Pichilemu, llena de emoción y cambios de liderato, las tripulaciones de la R3 tendrán que trabajar a full time para llegar bien preparados con miras a la segunda fecha que se llevará entre el 5 y 7 de mayo en las técnicas rutas de Concepción, donde el gran foco de atención estará puesto en la visita de un grupo de delegados FIA, quienes verán si la ciudad penquista reúne las condiciones para albergar una carrera del WRC en 2019. Gran momento el que se nos viene en la Región del Bío Bío donde MundoRally estará  para informarles de todas las novedades que surjan.