El carismático piloto Jorge Monzón, que deslumbró en la temporada 2016 junto a Andy Salvo como navegante, correrá el Gran Premio de Pichilemu y adelantó que está trabajando para estar en la ruta en 2019.
Jorge Monzón irradia alegría. El piloto campeón de mountainbike que brilló en 2016 derrochando talento y velocidad en el rally, confesó que quería volver al rally, pero con la venta de su auto hace dos semanas el sueño se le estaba escapando. Eso, hasta que a mediados de semana recibió una llamada que le abrió las puertas para estar en una fecha que será simbólica para la N3.
“Estoy muy contento, con hartas cosas por hacer pero bacán. Estoy feliz de volver en una fecha emblemática como lo será la despedida de la N3”, dijo el volante desde Melipilla, quien será navegando por el joven pero experimentado Sebastián Olguín.
Monzón será parte de la estructura de Ibarra Competición bajo el alero del equipo Suzuki. “Todo partió por un llamado de Ramón (Ibarra), donde me dijo que necesitaba dos pilotos ganadores y por eso pensó en mí. Me habló de las condiciones económicas del arriendo, por lo que empecé de inmediato a moverme para buscar apoyo y por lo mismo le agradezco a todos quienes dijeron que sí de inmediato, especialmente a la Municipalidad de Melipilla”, expresó Jorge quien si bien tiene gran parte del presupuesto cubierto, confidenció que aún espera sumar alguna empresa más.
-¿Cómo va tu tema médico?
-Bien. Me operé el 2 de octubre del hombro porque me caí andando en bici, así que estoy en recuperación. Cuando le comenté a mi kinesiólogo que quería correr, de inmediato me hizo un plan para soportar la carrera y obvio que antes de aceptar la oferta de Ramón le pedí permiso a él.
-Esta será la última carrera de la N3 en la historia del RallyMobil. Claro, queda el MotorShow pero eso es otra cosa…
-Por eso quería estar sí o sí en Pichilemu. Además que aún tengo la espina de cuando corrí hace dos años y me salí en la primera curva. Ahora el objetivo es andar ordenado, terminar la carrera y devolver el auto entero lo que creo que traerá como consecuencia eso el tener un buen resultado.
-¿Vuelves por esta carrera puntual o podemos pensar que es el primer peldaño para tu regreso?
-Lo de Pichilemu es un trato diferente a lo que antes tuve. Acabo de renunciar a mi trabajo y haré todo el trabajo necesario para levantar auspicios y volver a correr. Eso sumado a lo que me dejó la venta del auto me tienen mirando seriamente a la R2 ya que mi sueño es poder correr un Peugeot 208.