En la primera gran etapa africana del Dakar 2003, en Túnez, entre Tozeur y El Borma, se libra la batalla por el título en el seno de la escudería Mitsubishi entre Masuoka y Peterhansel.
Detrás, los rivales pisan fuerte: Nissan, que ha recuperado al retirado Ari Vatanen, y Volkswagen, que se lanza en el rally raid con Jutta Kleinschmidt como fichaje.
Serán precisamente estos dos 4×4 los que se van a encontrar sumergidos y parados en un río demasiado profundo… ¡o mal superado! El piloto finlandés, alejado de la victoria en esta ocasión, conseguirá, sin embargo, adjudicarse cuatro especiales en la segunda parte del rally, sobre terreno seco.
En Sharm-El-Sheikh, Vatanen y Kleinschmidt terminan respectivamente en 7ª y 8ª posición de la general.