Rancagua, 18 de octubre de 2015.- Está ad portas de ser bicampeón de la N4, pero su alegría no es completa. Es que Emilo Rosselot también tiene su lado romántico y tras su victoria sabatina en el Gran Premio de Rancagua dio otro paso al título y, a la vez, a su despedida de una generación de autos que lo marcó.
“No sólo estoy en sacar un campeonato, sino también en una despedida. Si se cumple lo que debería ser y somos campeones, que es lo que soñamos desde principio de año, es melancólico porque estaríamos dejando atrás los Mitsubishi EVO, una época hermosa y ya he manejado algo los R3 por lo que sé que voy a extrañar a los EVO: partí corriendo en 2008 en estos autos y da pena, pero el campeonato ha obligado a eso, la producción del marketeo y el evento mismo del RallyMobil siguiendo la tendencia mundial ha apuntado a que los más competitivos estén en las categorías “R” y nosotros como equipo siempre buscamos la máxima competición así que debemos ir para allá”, relató el menor de los hermanos Rosselot.
En su análisis, Emilio señaló que salió a buscar los puntos “Y afortunadamente se nos dieron las cosas. Además de andar muy bien con Sebastián (Olguín, su navegante), nos acompañó una bendición para nosotros y algo desafortunado para ellos que es el abandono de Emilio Cuevas que era quien nos venía dando la pelea en los puntos y al abandonar no sumó ningún punto, por lo que ganando la etapa de mañana, nos consagraríamos campeones del año 2015 en la N4. Falta un día, pero tenemos una ventaja cómoda en la punta, por lo que saldremos a pasarlo bien, con el auto andando perfecto como ha sido todo el año”.
Consultado por si su cambio de categoría será a la R3 o a la subserie R3B, Emilio señaló que quizás las primeras carreras “vaya a la R3b para aumentar la opción de algún podio, porque sé que no será fácil entrar en la pelea con los mejores, que además de su talento, es su tercera temporada en estos autos. Pero yo me voy a preparar para el próximo año para ir a la R3”.