Las hicieron todas. Además de estar atentos a la mecánica del auto, la asistencia del binomio Pedro Devaud – Diego Cárdenas se encargó de todos los detalles para llevar a su tripulación a coronarse campeón de la R2 Lite, lográndolo de manera impecable.
Junto con entregarle un auto que fuera confiable, el staff del equipo D’Toros fue el mejor sicólogo y estratega para la joven dupla. En cada momento le recordaban la importancia de la conquista de puntos más que de salir a pelear el primer lugar de la carrera.
Conscientes de que el título estaba en juego, a regañadientes aceptaron las instrucciones pero el domingo, con el trofeo de Campeones de la R2 Lite en la mano, agradecieron las palabras tanto de Pedro Devaud padre como de Erwin Cisternas.
Por lo estratégicos de su carrera, por el título del año y por haber demostrado que muchas veces menos es más, D’Toros se adjudica el premio MundoRally a Estructura del Gran Premio de Pichilemu.