Desde enero que Álvaro León no se baja del podio. Comenzó el año ganando el Dakar y ahora, en el Atacama Rally, hizo lo propio en la butaca derecha de Gerardo Rosselot.
Está bendito. Desde que comenzó el año Álvaro León lo está ganando todo: en enero, junto a ‘Chaleco´ López fue campeón del Dakar, siguió ganando con su padre Fernando León en el CaNav de Argentina y ahora, en el Atacama Rally, nuevamente se subió a lo más alto del podio junto a su piloto Gerardo Rosselot.
Además de cumplir su labor de Navegante de manera notable, León aportó condimentos que lo hicieron resaltar por sobre sus pares. Junto a Rosselot debieron ingeniárselas para reparar el UTV en plena ruta, entre otros percances, superar una grave pérdida de aceite de su caja de cambios durante la etapa maratón.
Como si fuera poco, hasta el traje de bombero debió lucir León para ayudar a extinguir el fuego que amenazó con quemar el buggy del equipo Rosselot.
En lo netamente deportivo, León aportó la seguridad necesaria para que Gerardo Rosselot acelerara a fondo, lo que les valió culminar la competencia en el primer lugar, resultado más que meritorio si se considera que fue la primera carrera de Gerardo en el nuevo UTV sobre la arena.
Así como Liqui – Moly posee las mejores materias primas, controles constantes y el cumplimiento de las exigentes especificaciones que garantizan una calidad inigualable y ventajas únicas, Álvaro León lució junto a Gerardo Rosselot una navegación fina, temple para superar situaciones adversas y un espíritu deportivo a toda prueba.