Todos conocen la regla: en un recorrido de 9000 kilómetros, el más ínfimo error de atención puede echar por tierra cualquier opción a la victoria de un piloto.
Ese no fue el caso de Cyril Despers, que se benefició de una compensación cronométrica acordada a algunos desafortunados que perdieron minutos muy valiosos en un incómodo baño de barro entre Copiapo y Antofagasta en Chile.
Sin embargo, dicho episodio, haría perder al piloto galo su posición de líder en la general, quedándose a 1 minuto y 26 segundos de su rival Marc Coma. El duelo real proseguiría a golpe de minutos hasta la víspera de la meta, en la que el piloto catalán se veía ralentizado por problemas con la caja de cambio. Despres se adjudicaría en Lima su cuarto título.