Por primera vez en su historia, el París-Dakar cruzaba el ecuador en esta edición que llevaba a los pilotos hasta el extremo sur del continente africano con la meta final en Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
Al término de la epopeya, el rally avanzaba aún en estado de shock por la pérdida de Gilles Lalay, que fallecía tras una colisión durante el enlace en el Congo. Unos días más tarde, en Namibia, se ve bloqueada la carrera en plena especial por la crecida de un río.
Los primeros en llegar a ese punto, como Stéphane Peterhansel, intentan cruzarlo y a duras penas logran salir de ese baño forzoso. No corre la misma suerte el Cagiva de Danny Laporte, rescatado por el helicóptero de Gilbert Sabine, que decide neutralizar la carrera.