En el reconocimiento a escuderías que compiten sólo con una máquina, el equipo antofagastino LB Racing realizó una faena brillante lo que le permitió culminar en la tercera posición en quads.
Medio Dakar. Así podría resumirse lo hecho por Luis Barahona en el Atacama Rally, pues la intensidad con que vivió la carrera se asemejó a la prueba motor más difícil del mundo y sólo lo diferenció el que Atacama Rally duró una semana a diferencia de las dos del Dakar.
Y en las cinco jornadas puntuables más el Prólogo, Barahona las hizo todas. Además de salir temprano rumbo a la ruta, sumar la totalidad de los kilómetros disputados, al final de cada etapa además de pintar su hoja de ruta para el día siguiente se encargaba él mismo piloto de la mecánica y reparación de su quad, tal como si estuviera en Malles Motos del Dakar.
En cada jornada el antofagastino debió superar más de un inconveniente no menor, como el de la penúltima etapa que casi lo deja fuera de competencia. Cuando había culminado el día en ruta e iba rumbo al campamento sufrió la rotura del block de su motor, con la consiguiente pérdida de aceite. En plena ruta Barahona supo salir del paso y ya en el vivac, trabajó hasta altas horas de la madrugada para poner en competencia nuevamente su quad. Lo meritorio es que debió ingeniárselas para hacer la reparación sólo con las herramientas que contaba pues por la hora, cualquier casa de repuestos ya estaba cerrada.
En el Atacama Rally, Barahona no hizo más que confirmar que es uno de los pilotos más preparados para este tipo de competencias: mecánico de primera línea y excelente navegador, a lo que en esta prueba sumó mente fría y una adecuada preparación física, a lo que agrega una logística y soporte de su equipo liderado por Karen Vergara, complemento que hace a LB Racing acreedor al reconocimiento de MundoRally a la Estructura Liqui-Moly del Atacama Rally.