La participación de los chilenos en la categoría autos fue accidentada, pese a ello, se las arreglaron para cumplir un muy buen papel: mientras Garafulic fue 13 en la general, Juan Carlos Vallejo ganó su subcategoría.
En el segundo día del Dakar lo chocaron. Tras perder horas y horas reparando su auto, Boris Garafulic y su navegante Filipe Palmeiro llegaron al final de esa etapa en la casilla 60. A 48 horas de largar la edición 40 del Dakar, un binomio que estaba mentalizado para terminar entre los mejores quedó relegado a los últimos lugares.
Hoy, al culminar el Dakar se ubicaron 13° en la clasificación general. Simplemente, notable. Y lejos de complicarse o culpar al accidente de no haber terminado en el top10, Garafulic se lo tomó con calma.
Boris Garafulic – Filipe Palmeiro.
«Al final, el accidente me llevó a andar más rápido. Creo que hemos andado como no habíamos manejado nunca. Nos pusimos las pilas y le hemos metido con el alma. Creo que es una buena sorpresa también: el tema del accidente, claro trae el desagrado porque de no haber chocado habríamos terminado quintos o sextos, probablemente, pero la verdad que nos llevó a focalizarnos, ser capaces de concentrarse y empujar de nuevo desde atrás y fue duro todos los días. Ayer fuimos séptimos en la etapa que fue durísima. Hoy dentro de los primeros así que me voy recontento, me voy con un sabor más dulce que agraz. La remontada fue impresionante”, declaró el piloto.
Tres de tres
El chileno residente en Perú, Juan Carlos Vallejo corrió y culminó su tercer Dakar, un número no menor porque sabido es que cerca del 55% de los pilotos que largan, terminan.
Y en la versión 40°, Vallejo quedó con un sabor más dulce tras haber ganado su subcategoría T1.S (Todo terreno modificados) y en la general se ubicó 34°.
Juan Carlos Vallejo.
“Este fue el Dakar más duro de los 3 en los que he participado, tal como lo anunció la organización que esta edición 40 iba a ser la más compleja. La inclusión de Perú en la ruta la hizo difícil”, admitió Vallejo.
No la tuvo fácil. Juan Carlos y su navegante, Leonardo Baronio vivieron un sinnúmero de contingencias que, pese a lo complicado de superarlas, no los hizo bajar los brazos y no abandonaron. “Este año tuve varios imprevistos, como en la etapa 2 donde me quedé sin batería y conseguí ayuda de los espectadores. El tercer día me chocó un camión dejando varios daños en la camioneta que nos tomó varias horas resolver para retomar la marcha. Otro día nos quedamos sin tracción para lo que abrimos el selector de la 4×4 y la dejamos fija en Low. Pero no había que rendirse, ese es el espíritu Dakar”
Juan Carlos Vallejo – Leonardo Baronio.
