Calbuco, 4 de octubre de 2015.- Debutó y ganó. Debutó y ganó. Sí, dos veces. Primero, años atrás, fue en su primera carrera en pista donde en la categoría hasta 2.000cc triunfó en un auto de 1.300cc. Y hoy en un auto del año 1998, con caja estándar y sin electrónica, Jorge Gotschlich se impuso en la categoría N3 del Rally Avosur.
Como si lo narrado fuera poco, el auto lo compró hace un mes y lo terminó de armar en la madrugada del sábado, por lo que su primer entrenamiento junto a Marialis Emig -su navegante- fue en la primera especial del sábado. “Estoy feliz porque estuvimos las últimas dos semanas trabajando hasta las 2 de la mañana con César Ascencio, mi amigo y mecánico, Marialis y yo, que también soy mecánico. Feliz porque tanto esfuerzo dio sus frutos”, comentó el flamante ganador.
“Obviamente que ayer partimos con dudas porque no sabíamos como estaría el auto, además que era mi primera vez compitiendo con alguien que me iba diciendo lo que debía hacer. Estaba nervioso, ansioso y por lo mismo estuvimos a punto de salirnos unas 4 ó 5 veces. Ya en la tarde entramos con más confianza y hoy definitivamente salimos con otro ritmo”, dijo el piloto y agregó: “Cuando llegamos a la asistencia, terminando la vuelta matinal, nos dijeron que íbamos punteando y nos recomendaron salir a cuidar la ventaja, a no arriesgar. Les hice caso y ganamos. Cuando entregamos el carnet, que es de verdad el momento en que termina el rally, fue una sensación indescriptible”.
Un detalle no menor es la autorización que tuvo Gotschlich en su trabajo, motivo por el cual tuvo palabras de agradecimiento para su empleador por haberle dado permiso para ausentarse de sus labores, “porque yo trabajo hasta el sábado en la tarde, pero me dio permiso para faltar el sábado. También agradezco a César Ascencio, porque sin él, el auto no llegaba a correr. Y obviamente a mi navegante porque se la jugó, primero, para ser navegante y luego, para estar corriendo conmigo”.
Ojo con Gotschlich. Es de esos talentos que nacen a lo lejos por lo que misión de todos cuidarlo y apoyarlo.
Prueba superada
Alberto Roa no la tuvo fácil. Ayer fue el día de retomar la confianza tras su volcamiento en La Unión y hoy debía ratificar que no fue casualidad su triunfo en la N2 Avosur en la primera jornada de Calbuco. Y cumplió.
“Salió todo súper bien. Ganamos con una buena diferencia y hoy me sentí más cómodo por lo que casi no cometimos errores. Fueron especiales muy complicadas, especialmente la segunda del día que se me hizo eterna con los casi 17 kilómetros. En nuestra categoría el auto es estándar, por lo que la relación de la caja es muy larga para los neumáticos de rally, lo que hizo más complejo llevar el auto. Lo bueno es que en los prime 1 y 2 de hoy marcamos una buena ventaja con lo que prácticamente abrochamos ahí el triunfo”, comentó un feliz Alberto Roa, quien agradeció reiteradamente a todos sus amigos y seres queridos que lo apoyaron para largar ayer sábado. “Mi pareja, mi club CAPMO, mi socia en la empresa, mi familia. Incluso a todos los pilotos del AVOSUR que me enviaron mensajes de ánimo y apoyo para que no bajara los brazos tras el volcamiento en la fecha pasada”.
Para Roa, todo marcha sobre ruedas. “Ahora ampliamos a 13 puntos la diferencia en el ránkig, por lo que en Chiloé podría dirimirse todo si nos va bien. Con este triunfo, vamos con un buen colchón a una fecha que será hermosa”.
Premio a la constancia
“Fue un día muy bueno. Nos hacía falta algo así porque en La Unión volcamos y hubo que rehacer el auto en 15 días. Hoy los caminos estuvieron buenos, nos acomodaron, pero lo que sí, sentimos la dureza del prime largo”. Así resumió su triunfo de hoy en la N2 el piloto Juan Carlos Rosas.
Más locuaz fue su navegante Luis Rebolledo, quien además es su mecánico de cabecera. “Hasta el jueves, el auto no estaba listo para correr. Recién ese día nos llegaron los vidrios desde Santiago, porque explotaron con el volcamiento. En cuanto a carrocería hubo mucho que cortar, soldar, desabollar y como si fuera poco, teníamos problemas con la caja de cambios. Apenas terminamos el auto tuvimos que viajar a marcar, luego regresar a Osorno a buscar el auto para irnos a competir. Y este triunfo es perfecto para la moral porque después de tres años corriendo juntos, el de La Unión fue nuestro primer golpe fuerte, así que es un premio por dónde se le mire”, dijo Rebolledo.
Agradecido
Felipe Rossi no tuvo rivales en la R2. Pero ello no fue obstáculo para que se tomara la fecha en serio y aprovechara de cumplir un entrenamiento bajo presión. “Hubo primes rápidos, otros trabados, lo mismo que nos encontramos en el campeonato nacional pero con un poco menos de kilómetros”, comentó el joven piloto del equipo Joker.
“Me sirvió mucho para aprender. Sergio Dal Dosso, quien fue mi navegante en esta ocasión, me ayudó mucho a mejorar la confección de la hoja de ruta: comencé a agregar los ‘menos menos’ y los ‘más más’ lo que me sirvió para maniobrar de mejor forma y empecé a trabajar de otra forma con los pies”, relató Rossi con respecto a lo trabajado este fin de semana y aprovechó de agradecer a todos en Calbuco. “La gente fue demasiado buena onda con nosotros. Por ejemplo, tuvo un percance con mi buzo de competición y Facundo Opawsky me facilitó uno. De hecho, terminamos haciendo asistencia juntos. Muchas gracias a todos por haber hecho de este, un fin de semana perfecto”.
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